El 2 de agosto es una fecha especial en el calendario argentino, un día dedicado a honrar a aquellos que, con su talento y dedicación, transforman ingredientes en experiencias culinarias inolvidables. El Día del Gastronómico es una jornada de celebración y reconocimiento para todos los profesionales que trabajan incansablemente en la industria de la hospitalidad y la gastronomía en Argentina.
La efeméride, que se celebra cada 2 de agosto, rinde homenaje a una amplia gama de trabajadores: mozos, chefs, ayudantes de cocina, hoteleros, barmans, baristas y todos aquellos que, desde diversos roles, contribuyen a la rica tradición culinaria del país.
Esta conmemoración tiene sus raíces en 1948, año en que se constituyó la Federación Obrera Argentina de la Industria Hotelera (FOAIH), conocida hoy como la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA). La formación de la FOAIH marcó un hito importante al unir a los gremios de las ramas hoteleras y gastronómicas que operaban de manera dispersa a lo largo del país, consolidando una fuerza laboral organizada y solidaria.
El proceso que llevó a esta unificación comenzó en 1944, cuando gremios especializados por región se agruparon para formar asociaciones de mayor envergadura, abarcando un ámbito geográfico más amplio y fortaleciendo su capacidad de representación y defensa de los derechos laborales.
La celebración del Día del Gastronómico no se limita a los actos formales y reconocimientos. En varias provincias argentinas, esta fecha se vive con entusiasmo y camaradería. Una tradición destacada es la preparación y disfrute de comidas elaboradas, como el locro, un plato emblemático que reúne a colegas y amigos en torno a la mesa. Además, se organizan competencias entre mozos, donde se premia al participante con mejor equilibrio y destreza para llevar bandejas en una carrera, añadiendo un toque festivo y lúdico a la jornada.
El Día del Gastronómico es un homenaje a la pasión, esfuerzo y creatividad de quienes hacen de la cocina un arte y un servicio. Es una oportunidad para reconocer la importancia de este sector en la cultura y economía del país, y para agradecer a todos los que, con su trabajo diario, enriquecen la experiencia gastronómica de la sociedad argentina.