El fenómeno Cocineros Argentinos: un clásico que encontró nueva vida en el mundo del streaming

El histórico ciclo gastronómico dio el salto al streaming y volvió a liderar: más visualizaciones, más interacción y nuevas generaciones que se suman a una comunidad que crece sin perder la esencia federal que lo definió desde la televisión.

Durante más de 16 años, Cocineros Argentinos fue ese mediodía amable de la TV pública donde la cocina era excusa y puente a la vez: historias de productores, paisajes que olían a provincia, mesas de barrio, recetas que pasaban de mano en mano como herencias afectivas. Fue, durante mucho tiempo, uno de esos rituales nacionales que parecían destinados a durar para siempre.

Pero en 2025, lejos de apagarse, el ciclo encontró una nueva chispa: la del streaming.

Hoy el programa respira en otro ritmo, vive en pantallas más pequeñas y viaja más rápido que nunca. Su desembarco en las plataformas digitales—un salto que podría haber sido incierto—terminó convertido en una ratificación: el clásico estaba más vivo que nunca.

  • Móviles en vivo por todo el país, cocinando en cada provincia frente a los paisajes más representativos.
  • Recetas regionales, donde cocineros de distintos puntos del país compartían platos típicos.
  • Productores en piso, reforzando el consumo de productos de estación y el vínculo con la tierra.
  • Recetas de estación, con foco en calidad, accesibilidad y sustentabilidad.
  • Emprendedores, visibilizando historias gastronómicas que nacían desde cero.
  • Nutrición con Diego Sívori, puente entre gastronomía y salud, con información clara y hábitos responsables.

 

El día que el vivo cambió de escenario

El 15 de septiembre marcó el inicio de esta era digital. Ya no hacía falta acomodarse frente al televisor: bastaba deslizar un dedo. A las 13 en punto, los lunes, miércoles y jueves, Juan Braceli, Lucila Mollesi y Gladis Olazar se encienden en vivo para millones que los siguen, los comentan, los replican. Braceli aporta la continuidad del histórico; Mollesi, el aire nuevo; Olazar, la calidez que sostiene cada plato.

La cocina sigue siendo accesible, didáctica, sin pretensiones. El tono amable, la receta que funciona, el consejo que llega justo a tiempo: nada de eso cambió. Cambió la manera de verlo.


Del televisor al celular: Cocineros Argentinos se reinventa en streaming, acumula cifras récord y confirma su lugar como uno de los proyectos gastronómicos más sólidos y convocantes del país.

Las cifras que hablan solas

El éxito dejó de medirse en puntos de rating y empezó a contarse en visualizaciones, interacciones y seguidores nuevos.

En solo dos meses:

  • 15,9 millones de visualizaciones en Instagram,
  • 6,4 millones en Facebook,
  • 3,3 millones de vistas en YouTube,
  • además de cientos de miles de interacciones y decenas de miles de seguidores nuevos.
Tras 16 años en la TV Pública, Cocineros Argentinos inició su etapa en streaming y logró un crecimiento explosivo: millones de visualizaciones, nuevas audiencias y una comunidad digital que consolida al histórico ciclo gastronómico como uno de los más fuertes del país.

Lejos de perder público al salir de la TV, Cocineros Argentinos sumó nuevas generaciones, usuarios que lo miran cuando quieren, desde donde quieren, que guardan recetas, las replican, las comentan. La conversación se multiplicó.

Un ADN que no se negocia

El corazón del programa sigue siendo el mismo: el país contado a través de su comida.

Los móviles que alguna vez atravesaron la Argentina de punta a punta hoy resurgen en forma de clips que aparecen en los feeds. Las recetas regionales se vuelven tutoriales. Los productores que pasaban por el estudio ahora protagonizan videos cortos donde el producto se vuelve una historia. La sustentabilidad, la comida de estación, el vínculo con la tierra: todo ese universo sigue intacto.

Incluso la voz de Diego Sívori continúa marcando ese puente entre gastronomía y salud, recordando que cocinar también es cuidar.

Gladis Olazar, de la TV al streaming de Cocineros Argentinos.

Una comunidad que cocina junta

En las plataformas, cada emisión se desarma en fragmentos que circulan: un truco que se vuelve viral, una técnica que genera debate, un productor que emociona, un paisaje que invita a viajar. A veces el ciclo parece un gran fogón digital: miles de usuarios compartiendo fotos de sus platos, respondiendo desafíos, celebrando un sabor que los une.

La transición al streaming no fue un cambio de rumbo, sino una expansión natural. El programa que supo contar el país ahora se multiplica en el lugar donde se cuentan las nuevas historias: las redes.

Y allí, sin deber nada a la nostalgia, Cocineros Argentinos vuelve a liderar.

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